lunes, 26 de marzo de 2012

Pablo Vera: "los cuestionamientos a los jóvenes en la función pública no tienen fundamento"

EL VIGÍA dialogó con el nuevo Secretario de Gobierno de Avellaneda, Pablo Vera. La normalización de las remiserías, la erradicación de la polémica Feria de Villa Domínico y la presencia de jóvenes en áreas de gobierno del Estado, fueron algunos de los temas abordados con el titular de la cartera política municipal.




Pablo Vera, de 45 años, fue designado por el intendente Ferraresi junto con una veintena de jóvenes, cuando asumió su mandato el 10 de diciembre del año pasado.

Militante desde los 16 años, participaba activamente como dirigente impulsor del cooperativismo y la participación de sectores sociales históricamente marginados de las estructuras políticas tradicionales, hasta que fue convocado por Ferraresi.

Mantuvo un perfil mediático bajo, hasta que –en la mañana del 23 de marzo- recibió a EL VIGÍA en su despacho ubicado en el segundo piso del municipio, oportunidad en la que mantuvimos un extenso diálogo, parte del cual compartimos a continuación:

Desde su asunción ¿cuáles son los principales temas de la ciudad en los que concentró su trabajo?

El área nuestra tiene en su órbita temas que son complejos, como las habilitaciones comerciales, el cementerio, la emisión de licencias de conducir y varios otros. Una de las primeras tareas a las que estamos abocados es a concretar la regularización de las remiserías emplazadas en nuestra ciudad, con dos objetivos claros: la seguridad de los vecinos y proteger los derechos de los trabajadores que trabajan en esas agencias. Otro de los temas que nos generó cierto grado de conflicto, ocurrió al hacer efectiva la decisión que el intendente me asignó de no renovarle el permiso a la feria de Villa Domínico, que originalmente tenía permiso para exposición de perros de distintas razas, pero luego se desnaturalizó y ello fue lo que motivó la decisión del intendente de dejar sin efecto ese convenio, lo que produjo ciertos conflictos con las personas que explotaban los puestos de esa feria. Además del maltrato de animales, habíamos recibido denuncias de venta de perros y gatos que la gente compraba creyendo que era de determinada raza, y no era real. Es decir, les vendían “gato por liebre”. Además, hay que recordar que la venta de perros o su entrega gratuita en la vía pública están expresamente prohibidas por Ley. Así que ese tema ya fue resuelto no renovando en convenio con los responsables de esa feria.

Concentrándonos en el tema de las remiserías, que varias veces abordamos en EL VIGÍA ¿Hay avances concretos? ¿Qué se va a hacer con las que obstruyen el tránsito estacionando sus vehículos en doble fila?

En mi caso, retomé una mesa de trabajo que tenía la Dra. Lilian Fernández integrada con sindicatos, las varias cámaras del sector que tenemos en Avellaneda, y estamos avanzando. Tenemos la idea de reunirnos por lo menos una vez por mes. Escuchamos sus inquietudes, y realmente tuvimos una reunión muy productiva. Sabemos que hay remiserías que no están habilitadas, lo que genera problemas a la seguridad de los vecinos y a los propios trabajadores de esas remiserías, Y además lo que usted señala es cierto; hay algunas que sí están habilitadas, pero hacen un uso abusivo del espacio público. La decisión firme que tenemos es ir recuperando el espacio público, ya que como dijo el intendente, el espacio público es para aprovechamiento del conjunto de la sociedad y no para un sector en particular. Con esta mesa de diálogo confiamos en que normalizaremos paulatinamente toda esa situación.

Cambiando de tema ¿qué opina y cómo evalúa hasta el momento la inclusión de jóvenes en el gabinete de Avellaneda y del Estado en general?

Fue una decisión de Jorge (Ferraresi) la incorporación de varios jóvenes a la función pública y me parece un hecho altamente positivo, muy por el contrario de lo que opinan algunos a los que les genera cierto resquemor. En todas las actividades, la gente joven aporta más dinámica y la experiencia de gestión la irán ganando a medida que vayan haciendo. Creo que tanto el intendente como yo no hacemos política para mantener el status quo, estamos para realizar transformaciones. A veces cuando uno pretende hacer una tortilla, hay que romper algunos huevos, pero lo importante no es la rotura de los huevos, sino el sabor de la tortilla.

¿Molesta la presencia de jóvenes en la función pública o la concepción de la militancia y la forma de concebir la política que tienen esos jóvenes?

Molestan ambas cosas. Me parece que una cosa es producto de la otra. En mi caso particular, milito políticamente desde los 16 años y tengo 45, es decir que hace 29 años que milito. Lo que en verdad existe es un proceso que se inició el 25 de Mayo de 2003 en Argentina con Kirchner y ahora con Cristina, que modificó los esquemas tradicionales. Esta nueva concepción no se limita a hacer solamente lo posible, sino que intenta transformar las cosas yendo al límite. Uno a veces tiene que llegar al límite, tratando de hacer todos los cambios y modificar todo lo que se pueda, aún forzando las situaciones. A veces se generan relaciones tirantes, pero hay que jugar al límite. Jugar al límite es avanzar en una dirección concreta, sin distraerse con lo que pasa a los costados. Por eso creo que los cuestionamientos que se hacen a los jóvenes en Avellaneda o en general, no tienen fundamento. Y muchos se olvidan que alguna vez ellos fueron jóvenes. En el caso de Avellaneda, Ferraresi fue funcionario muy joven, Álvarez de Olivera fue intendente muy joven, por eso las críticas que hacen algunos compañeros demuestran una frágil memoria y no recuerdan qué pasaba cuando ellos tenían la edad de los que ellos ahora critican.

Este nuevo paradigma de la política ¿tiene marcha atrás? ¿Algo lo puede hacer retroceder?

Creo que lo único que puede interrumpir este proyecto que se vive no sólo en Argentina sino en toda América Latina es algo altamente improbable: la interrupción de la vía democrática. Lo que hay que hacer es profundizar, llevando los derechos de todos los sectores sociales a la plenitud. Si nos quedamos con los derechos ya conseguidos solamente, quizás en un tiempo se pueda decir que el proyecto se estratificó o se frenó. Por eso es importante hacer llegar más derechos a todos los sectores, profundizando el proyecto. Algunos derechos que se incorporaron en estos últimos años ya no son parte de este gobierno, sino del conjunto de la sociedad. Pero se trata solamente un escalón. Néstor Kirchner nos planteaba que él iba a tratar de subir un escalón y que estaba en nosotros subir siempre un escalón más en la conquista de derechos sociales. Mientras eso suceda, salvo un golpe de Estado, no hay manera de frenar este proyecto.

Y en lo estrictamente personal ¿Cuál es el sueño de Pablo Vera como funcionario?

Yo me considero un militante. Y ejerzo mi función como militante desde la mañana temprano cuando llego al municipio hasta que me vuelvo a mi casa. Si al final de mi mandato o hasta que el intendente disponga, quedo convencido de que milité e hice mi trabajo con fervor militante en cada minuto que estuve acá, estaré dichoso. Para mí, éste es un lugar de militancia. No concibo la política de otra manera. Sé que si no fuera por el proceso político que estamos viviendo, jamás hubiese llegado acá, por eso le agradezco siempre al intendente haber confiado en mi para esta tarea. Y desde aquí lo que pretendo es eso: ser un militante.

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