miércoles, 24 de julio de 2013

En Tecnópolis, las matemáticas están para aprender y divertirse

En Tecnópolis cientos de chicos se divierten por día con el teorema de Pitágoras, una calesita hiperboloide, un tobogán de curvas cicloides, y hasta bicicletas con ruedas cuadradas en el stand de Juegos Matemáticos, cuyas atracciones y juegos fueron realizados con el asesoramiento de Adrián Paenza. 


Presentados por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación junto a la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, los Juegos Matemáticos, ubicados en el Pabellón de la Ciencia, son explicados por estudiantes de distintas carreras de esa facultad, para que los chicos, además de divertirse, aprendan de la mano de quienes eligieron la matemática como su futura profesión.

Los niños comienzan su viaje por el mundo de las matemáticas por el "Túnel del terror", en donde se recrean, con sonidos e imágenes, "los miedos en base a ciertos recuerdos o ideas malas sobre las matemáticas que los chicos a veces tienen luego de su experiencia en alguna clase de la escuela", contó a Télam Soledad, estudiante de Ciencias Matemáticas.

Inmediatamente después, un video en tamaño real de Adrián Paenza le da la bienvenida al público e invita a pensar la matemática no como "aburrida" sino como "lúdica".

Sabrina, quien estudia Tecnología en Alimentos, presentaba una calesita hiperboloide y en diálogo con Télam se mostró contenta por "divulgar lo que realmente es la matemática, para que la gente se saque ese fantasma que tiene".

Carlos Daniel, estudiante de Computación, exhibía propiedades de la curva cicloide mediante dos toboganes, uno recto y otro curvo, en donde dos pelotas caían pero llegaba antes la pelota de la curva porque "una de las propiedades de la curva cicloide es que recorre dos puntos en tiempos más óptimos".

En las bicicletas cuadradas, en donde niños y no tanto disfrutaban un original paseo, Jonatan, a punto de finalizar la carrera de Física, explicaba que "les enseñamos a los chicos que se puede andar con bicicletas cuadradas siempre y cuando se diseñe bien la superficie".

A lo largo del stand, una nutrida cantidad de personas hacía cola para los juegos y atracciones, incluso Jéssica, de 30 años, quien arribó a Tecnópolis con sus tres hijos y varios niños de su barrio, Parque San Martín, en Merlo.

"Estamos viendo, inspeccionando y jugando. Está bueno incluso para mí, porque te hace viajar, en el Túnel del Terror, a lo que era el secundario y es muy bueno ver que las matemáticas son mucho más que tablas de multiplicar", contó Jéssica.

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