Ambos presentan al gobierno como gastador y discrecional, pero explican datos en forma confusa o no lo hacen. El diario de Mitre editorializa contra “introducir el factor mitológico” luego de la muerte de Néstor.
En el reparto de roles con La Nación para atacar al gobierno, Clarín, en esta etapa, se ocupa mayormente de los datos “duros”, números que implican estadísticas, cifras oficiales y toda información que le permita, en un año electoral, presentar al Estado Nacional como gastador, discrecional, que recauda mucho y no hace nada.
En línea con la última edición domical, donde en Zona había presentado “Las deudas de 2010”, presuntamente no cumplidas por el gobierno, Clarín inaugura el 2011 con el título “Festival de gasto en un año electoral: $ 50.000 millones más que en 2010”, referidas a la publicación en el Boletín Oficial de las partidas presupuestarias nacionales. La cifra del título en página 14 impacta, 50 mil millones más de gasto según Clarín. La bajada, en cambio, bien corta y debajo de un cuadro , afirma: “Son 18.700 millones de pesos más que lo que había planteado en el Presupuesto.” En principio, el lector puede preguntarse de dónde surge la cifra mayor, y cuál es la relación con la segunda. Si se avanza en la nota, Clarín explica: “El Gobierno fijó ayer que el gasto del Presupuesto 2011 será de 391.696,3 millones de pesos . Esta suma representa 18.784,3 millones de pesos más en relación al proyecto oficial que el Congreso no pudo sancionar en septiembre del año pasado, por la negativa de la oposición a convalidar el texto presentado por el Ministerio de Economía”. ¿Y los 50 mil millones de más? Recién a continuación aclaran: “Y equivale a 50.293,7 millones de pesos más del crédito autorizado para todo 2010.” Más allá de la noticia, detrás de la maraña de números, la cifra de 50 mil millones tomada desde el “crédito autorizado” ayuda a Clarín a instalar su tema: el “festival de gasto” del gobierno.
La Nación, dedicó al tema menos de la mitad la página 2 del suplemento Economía & Negocios. El diario de los Mitre cargó las tintas sobre la ANSES: “La Anses, una caja clave para 2011. Tendrá 19% más de recursos que si se hubiera prorrogado el presupuesto 2010; financiará gastos de todo tipo.” Y vuelve a aparecer la cifra de más de 50 mil millones “Cristina Kirchner, además, dispondrá de 50.293,7 millones de pesos más que los que habría podido gastar si simplemente hubiera prorrogado el presupuesto 2010, que es a lo que la habilitan la Constitución y las leyes en caso de que no haya un presupuesto en término, como pasó.” La Nación en la nota ni siquiera explica de dónde surge esa cifra. Pocas explicaciones y aclaraciones respecto de algunos datos, y el olvido parcial y a veces casi total de que el actual es un presupuesto emparchado, producto del bloqueo opositor en el Congreso, predominan en Clarín y La Nación.
Página/12 desde su título hace foco precisamente en lo que los diarios de Noble y Mitre soslayan: que el gobierno cuenta con una herramienta antes negada por la oposición: el presupuesto. “Ante el bloqueo al Presupuesto 2011 se van definiendo las normas de funcionamiento del Estado nacional. Los fondos y el destino están asegurados”, titula en la página 8. Página también aclara: “En los anexos se establece una asignación de recursos por 391.696, 3 millones de pesos, un 5 por ciento más que lo pautado en el proyecto de ley de presupuesto que no tuvo tratamiento del Congreso.”
Con respecto al tema energético, Clarín continúa en su campaña por la suba de tarifas en luz, gas y otros servicios, esta vez reclamando que se retiren subsidios. “De Vido usó US$ 8.599 millones en energía, subsidios y Aerolíneas. (...) Parece un contrasentido que con semejante cantidad de dinero el sistema energético funcione como funciona. En verdad, se gasta tanto para tapar los enormes agujeros a la estructura o, más aun, revela el estado en que ella se encuentra” publicaron en la página 15. La propuesta de Clarín en materia de energía: retirar los subsidios y aumentar las tarifas.
La Nación desde su principal editorial en página 16, y comenzando este año electoral, eligió reforzar su histórico lema de ser “tribuna de doctrina”. A más de dos meses del fallecimiento de Néstor Kichner, con una despedida multitudinaria e histórica cuyo legado y consecuencias políticas, sociales y culturales están muy lejos de concluir y recién asoman, La Nación, apremiado por el apuro electoral, ya se apresura a acelerar un discurso de supuesta desmitificación. “Kirchner, la construcción de un mito”, es el título de la editorial, donde advierte: “Introducir el factor mitológico en el proceso político enrarece la discusión racional y desapasionada de nuestros problemas.”
Pocas veces en una editorial queda reflejada la posición histórica de un medio de comunicación hegemónico frente a un movimiento político-social, a sus principales exponentes, y a quienes están representados en él. “La muerte de Néstor Kirchner ha conseguido que el Gobierno acentúe la tendencia a hacer de la exaltación de las personalidades una dimensión central de su política. En esa propensión exagerada al culto de figuras dominantes, la fisonomía del actual oficialismo se confunde con las inclinaciones notorias de otros movimientos políticos. La del fascismo, tan presente en la hora fundadora del peronismo. La del estalinismo, que alimentó las fantasías más juveniles de figuras que han terminado, con el paso de los años, por recalar, sin explicación alguna de su pasado, en el movimiento ‘nacional y popular’ que gobierna desde 2003. La del castrismo, que ha envenenado a generaciones de latinoamericanos, como ahora lo hace el chavismo, con la dialéctica del atraso y la violencia que pregona y practica.”
La Nación demuestra que discursivamente permanece igual en 1952, en 1974 o en 2011. Y no duda en desempolvar sus viejos rencores: “Además de haber hecho desde temprano un culto de su fundador, como quedó reflejado en la letra de ‘Perón, Perón, qué grande sos, mi general, cuánto valés’, el peronismo involucró en un tiempo a toda la comunidad en los lutos de facción. No hace falta recordar la severidad con que esa operación se llevó adelante cuando sobrevino la muerte de María Eva Duarte de Perón, en julio de 1952. Fue un duelo sentido por millones de argentinos, pero que se impuso a otros a palos”. Palos, represión, fusilamientos, muerte, censura, desapariciones, el “se prohíbe nombrar a Perón”, las profanaciones a los cuerpos de Eva y Juan Perón, sufridas por el movimiento. Son demasiados los olvidos, silencios, mentiras y omisiones de La Nación en esta historia.
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