Por Cynthia Ottaviano y Juan Alonso
La editorial fue publicada en simultáneo por Clarín, La Nación y La Razón, en sus respectivas tapas, el 19 de mayo de 1977. Se dirige “A la opinión pública”. Pero recién ahora, 33 años después, puede comprenderse en toda su dimensión. Según reconocen allí los propios directivos, fue con el general de Brigada del Ejército Oscar Bartolomé Gallino con quien acordaron dónde y cómo tenían que depositar el dinero que debían pagar por Papel Prensa. “El precio pagado por la transferencia accionaria se halla debidamente preservado mediante su depósito, por indicación del oficial superior preventor, general Osvaldo Bartolomé Gallino (sic), a disposición de tres jueces, correspondiendo resolver sobre su destino definitivo a la autoridad competente”, detallaron.
El documento, que pasó inadvertido durante décadas, se convierte hoy en una prueba más de la alianza que existió entre las tres armas y los tres diarios para apropiarse de la empresa del grupo económico Graiver. Una prueba más sobre la mentira instalada por los tres diarios, al decir que fue “un acuerdo entre privados, hecho a la luz pública”, ya que de haber sido así el dinero hubiera llegado a sus vendedores y no a la justicia, por orden de un represor y con el aval de una Junta Militar.
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Documental y Defensa de la
Audiencia
La editorial fue publicada en simultáneo por Clarín, La Nación y La Razón, en sus respectivas tapas, el 19 de mayo de 1977. Se dirige “A la opinión pública”. Pero recién ahora, 33 años después, puede comprenderse en toda su dimensión. Según reconocen allí los propios directivos, fue con el general de Brigada del Ejército Oscar Bartolomé Gallino con quien acordaron dónde y cómo tenían que depositar el dinero que debían pagar por Papel Prensa. “El precio pagado por la transferencia accionaria se halla debidamente preservado mediante su depósito, por indicación del oficial superior preventor, general Osvaldo Bartolomé Gallino (sic), a disposición de tres jueces, correspondiendo resolver sobre su destino definitivo a la autoridad competente”, detallaron.
El documento, que pasó inadvertido durante décadas, se convierte hoy en una prueba más de la alianza que existió entre las tres armas y los tres diarios para apropiarse de la empresa del grupo económico Graiver. Una prueba más sobre la mentira instalada por los tres diarios, al decir que fue “un acuerdo entre privados, hecho a la luz pública”, ya que de haber sido así el dinero hubiera llegado a sus vendedores y no a la justicia, por orden de un represor y con el aval de una Junta Militar.
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