La actriz y cantante Sara Montiel, primera artista española en llegar a Hollywood y reconocido ícono sexual de las décadas del 50 y el 60, murió hoy en su casa de Madrid a los 85 años.
Celebrada por sus rasgos imponentes y unas curvas majestuosas, Montiel hizo de su belleza un salvoconducto infalible para construir una carrera meteórica: entre 1944 y 1974 filmó más de medio centenar de películas, muchas con éxito internacional.
Y tal fue el suceso que provocó su figura que hoy, a 40 años de haber rodado su último filme, Montiel supo mantenerse en el imaginario colectivo de toda una generación en su marquesina de diva.
"Estoy indignada con mi belleza", había dicho ella en alguna ocasión. "Qué handicap tengo yo, coño, por la belleza física; porque la crítica decía siempre que era preciosísima y nada de mi actuación", supo quejarse la actriz, que fue reconocida tanto por sus rasgos como por su vertiginosa vida afectiva.
Nacida el 10 marzo de 1928 bajo el nombre de María Antonia Abad Fernández, la joven debutó en cine con “Te quiero para mi” luego de ganar en 1944 un certamen de nuevos valores con un modesto premio económico y un contrato para el cine.
Su nombre, que había aparecido en su debut como “María Alejandra” para darle un cariz más artístico, mutó en su segundo filme “Empezó en boda” a “Sara Montiel” en homenaje a su abuela y a su lugar de nacimiento.
Desde entonces y hasta 1950, la actriz rodó una quincena de películas, entre ellas su primer gran éxito internacional: "Locura de amor" (1948) en donde encarnó a una princesa mora.
El éxito que cosechó ese filme en México la llevó a radicarse en el DF, donde pronto se convirtió en una de las actrices más famosas del país azteca.
Películas como "Furia Roja", "Cárcel de mujeres" o "¿Por qué ya no me quieres?" pasaron a la historia del cine de oro mexicano.
Y, de México, Montiel se catapultó directamente a Hollywood, donde rodó "Veracruz" (1954) al lado de Gary Cooper y Burt Lancaster y "Serenade" (1955) junto a Mario Lanza, Joan Fontaine y Vincent Price.
Luego regresó a España para filmar "El último cuplé" (1957), el mayor éxito de taquilla registrado por entonces en el cine español. Desde entonces, la actriz definió su caché en un millón de dólares por largometraje y protagonizó "La violetera" (1958), "Carmen, la de Ronda" (1959), "La bella Lola" (1962), "Noches de Casablanca" (1963), "La dama de Beirut" (1965) y "Varietés" (1971), con los que siguió dándole forma al mito en el seno de la España franquista.
En 1974 con "Cinco almohadas para una noche", Montiel se despidió del cine: “Fue una época en la que comenzó el destape, un cine muy feo", explicó la artista sobre su retirada.
Ganadora de importantes premios de la industria, la española de labios carnosos también se hizo famosa por su visitado prontuario amoroso.
Figuras como el escritor Ernest Hemingway formaron parte de un corazón plagado de conquistas que incluyó al dramaturgo Miguel Mihura, el poeta León Felipe y el Premio Nobel de Medicina Severo Ochoa.
Aunque si de papeles se trata, la diva del cine dijo “sí quiero” para toda la vida en cuatro oportunidades: con el director Anthony Mann, con el productor José Vicente Ramírez Olalla y el fallecido industrial Pepe Tous -con quien adoptó a sus hijos Thais y Zeus-.
Su último marido legal fue el cubano Tony Hernández, 43 años más joven que ella y con el que se casó en octubre de 2002 para sostener un corto vínculo que luego estalló mediáticamente.
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