martes, 26 de junio de 2012

Argentina en el Sudamericano

El seleccionado le dio una clase de básquetbol a Venezuela, ganó con un aplastante 79-56 y levantó su trofeo número 13; Campazzo, con 15 puntos, la figura argentina. Fue 79-53, con una actuación soberbia del equipo de Néstor García. Con este triunfo, la Argentina ganó su Sudamericano número 13, el último había sido hace cuatro años en Puerto Montt, Chile. Facundo Campazzo, con 15 puntos, 3 rebotes y 2 asistencias, fue el as de espadas de la victoria argentina. También se destacaron Marcos Mata (14 unidades) y Leo Gutiérrez (14), aunque lo que hoy más sobresalió fue la actuación en equipo, sin dudas, la mejor en todo el certamen. Greivis Vasquez, la estrella venezolana de la NBA, anotó sólo 7 puntos y se dedicó más a responder los insultos del público que a liderar a su equipo. El partido A pesar de todo su poderío, con la figura de Vasquez a la cabeza, Venezuela se dejó apabullar desde el inicio. ¿El motivo? La propia Argentina, que hizo todo bien: defendió como nunca lo había hecho en el torneo, bloqueó al NBA venezolano, supo manejar los ritmos del partido, estuvo intratable en los tiros y hasta se dio el lujo de lucirse en el juego interno, la mayor debilidad del conjunto nacional. El primer cuarto fue equilibrado ofensivamente hablando. La Argentina se hizo fuerte en el juego interno y no dejó, casi en ningún momento, que los venezolanos busquen el aro con comodidad. Federico Van Lacke, uno de los puntos más destacados del equipo de García, fue el encargado de desdibujar la figura de Vasquez, que casi no entró en el partido. Además, el juego interno se convirtió en el arma de ataque más peligrosa de los argentinos. Con paciencia, el seleccionado supo encontrar una luz de ventaja y se fue ganando por dos (18-16). Los segundos 10 minutos fueron, sin dudas, el mejor momento del equipo argentino durante todo el campeonato. La Argentina realizó un trabajo defensivo sin errores: presionó, marcó y robó, una combinación que fue demasiado para el ofuscado conjunto vinotinto, que no pudo reaccionar. La rapidez en el contraataque y la puntería en los momentos justos fueron el complemento necesario para la brillante actuación. Decir un nombre es quedarse corto, pero Mata y Campazzo fueron la brújula del equipo. El triple de Leo sobre la chicharra, para extender la ventaja a 13, (38-25), y provocar un grito de júbilo en todo el estadio, fue el broche de oro para el cuarto que marcó el camino, el del campeonato. Tras el descanso nada cambió, al contrario, se consolidó. Con el empuje de las 3700 personas que sacaron su entrada, más algunos cientos más de protocolo, el equipo del Che se siguió luciendo. Los pocos hinchas venezolanos, la gran parte familiares de los jugadores, se fueron apagando con el pasar de los segundos hasta llegar a un estado de resignación contagiada por sus jugadores. La ventaja llegó a ser de 21, aunque sobre el final Venezuela pudo descontar una unidad, para irse al último parcial perdiendo por 58-39. La falta técnica de Vasquez sobre Selem Safar, a siete minutos del cierre, reflejó la impotencia del equipo vinotinto, que no pudo reaccionar en ningún momento. El desarrollo del juego no varió y poco quedó para el análisis. El "Giorgetti, Giorgetti" del público, que pedía por el crédito local, fue los más destacado del cierre, antes del clásico "dale campeón, dale campeón" que resonó por toda la capital del Chaco. Fue 79-56, para levantar, tras cuatro años, el trofeo del torneo más antiguo de la FIBA. Fuente: canchallena.com.ar

No hay comentarios:

Publicar un comentario