jueves, 9 de agosto de 2012

La ciudad que no miramos: Teatro Colonial, una joya en Avellaneda



Artículo de Marta Aguerre realizado dentro del Seminario Municipal «Avellaneda: su Arquitectura» a cargo de la Arq. María Descole de la Secretaría de Cultura, Educación y Promoción de las Artes de la Municipalidad de Avellaneda. Foto: fachada neocolonial del teatro es uno de los valores urbanos del Paseo del Tango. Mayólicas, piso damero y vitrales de exquisito diseño en el foyer
Actualmente Avellaneda cuenta con un espacio recuperado que antaño fue de mucha importancia para nuestros ciudadanos: el Teatro Colonial.

Su propietario fue Don Manuel Sinde, comerciante español residente en Avellaneda.
Las obras de este teatro – que se inauguró el 6 de mayo de 1927 – fueron encomendadas al Ingeniero Depetris. Su estilo arquitectónico, el Neocolonial, combinó detalles y estilizaciones moriscas de gran suntuosidad.

La capacidad original de la sala era de 2.500 butacas y en él actuaron artistas de la talla de Enrique Muiño, Niní Marshall y Luis Sandrini.

Para los habitantes de Avellaneda era un orgullo transitar por los pasillos de El Colonial, tocar sus puertas, los azulejos del vestíbulo, mirar su gran escalera, todos eran parte de él.

Pero el ocaso no se hizo esperar. El teatro estuvo cerrado durante muchos años y abandonado. Su reinauguración se concretó el 20 de noviembre de 2007 a las 20 hs.

Ubicado en la Avda. Mitre 141, desde la gran vereda del Paseo del Tango puede apreciarse su imagen. En el primer piso dan hacia la calle tres arcos de medio punto. Cierra esa decoración una columna de cada lado con capiteles y fustes espectaculares en su diseño. Delimitan ventanas con celosías y balcones con rejas de hierro. Se encuentran en equilibrio los llenos de los muros y los vacíos de las aberturas. Toda la superficie y ornamentaciones están trabajadas en revoque símil piedra pintado en tonos suaves.

Cuando el teatro se abre desaparece la cortina metálica. Se accede por cuatro puertas de dos hojas de madera. Se componen de vidrios repartidos en dos con una barra de bronce para accionarlos. Entre el vestíbulo y el hall de entrada hay varios paños de rejas bajas. Con aire español se destacan las mayólicas azules, el piso damero y los vitraux coloridos. De las paredes decoradas en yeso penden fotos de Hugo Tempesta.

Las puertas de entrada a la platea son de madera, de cuatro hojas cada una. Actualmente con capacidad para 2.000 espectadores, la magnífica sala de antaño continúa combinando la suntuosidad de los rojos oscuros con la delicada yesería en dorado.

El Colonial fue declarado de valor arquitectónico y referencial por Ordenanza Municipal 8998/92. Distinción por demás merecida. 


Agradecimiento
Las fotos del presente artículo fueron realizadas gracias a la atención de la empresa propietaria del teatro.

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