Tecnópolis: obras de arte
Colores y texturas, dimensiones diversas y originales propuestas se conjugan y cobran vida en una serie de obras a gran escala de artistas como Nushi Muntaabski, Pablo Siquier y Theo Jansen, quienes exhiben sus creaciones en Tecnópolis.
Tras el impacto alcanzado por las intervenciones artísticas presentadas durante la primera edición, este año se exhiben nuevamente trabajos en gran escala de importantes creadores locales e internacionales, ubicadas tanto en espacios abiertos como cerrados del predio.
Sobre la explanada de ingreso al predio se puede ver "Industria Argentina, de Nushi Muntaabski, una figura transitable enteramente construida con materiales de industria nacional: neumáticos, ladrillos, cerámicas, vidrio, maderas forman una gran imagen que remite a un “naturalismo chúcaro” y estética peronista.
Minimalista en el concepto, detallista y obsesivamente minuciosa es la obra de Pablo Siquier, con la que interviene uno de los muros exteriores del auditorio de Tecnópolis, en el que refleja su preocupación por el espacio que habitamos, por sus vacíos y sus llenos, luces y sombras.
La instalación "La escalera" de Leandro Erlich es un guiño a "Vértigo", la famosa película de Alfred Hitchcock: una escalera que no se puede utilizar verticalmente en la que la gente circula e interactúa con total comodidad, transformando y suavizando la experiencia de lo real en el ámbito cotidiano.
En una de las calles de Tecnópolis, mágicamente, el camino se eleva en el aire con una acrobacia y luego se vuelve corpóreo para seguir con su recorrido. Esta particular escultura propone un encuentro entre arte y realidad, entre ficción y paisajes urbanos, a través del volumen y las tres dimensiones, autoría de Emiliano Miliyo.
"Les archives du coeur" de Christian Boltanski propone a los visitantes grabar sus latidos de corazón y que estos sean archivados y expuestos en Teshima, una isla japonesa deshabitada que forma parte de la Benesse Art Site Naoshima. Este work in progress se expone por primera vez en Argentina luego de haber recorrido Europa.
El ingeniero y artista holandés Theo Jansen creó las “Staandbest” (bestias de la playa), inmensas criaturas robóticas de fisonomía y estructura orgánica, construidas con tubos de plástico flexibles y cinta adhesiva, que se desplazan -movidas por el viento- por el playón de entrada del galpón joven.
En el Pabellón de la Secretaría de Cultura de la Nación, los artistas Delfina Estrada, Manuel de Francesco y Alejandra Fenochio se ocupan a través de su obra del significativo crecimiento de las industrias culturales en los últimos años, las políticas activas para descentralizar el sector y la cadena de valor en la producción cultural.
"Atlas" de Dolores Cáceres es una gran instalación de un gigantesco cielo construido por un conjunto de luces de neón color azul. La presencia de líneas, palabras inexistentes, números, letras y un universo de ideogramas entrelazados entre sí forman un mapa irreal sobre un gran muro.
Una bandera argentina de 23 metros por 11 es la impactante creación del artista Manuel Ameztoy, formada por telas multicolores íntegramente caladas, que cambia con el viento y la luz, e incluye una secuencia lumínica, un pulso de luz cálida, un latido, que irradia desde el centro y juega con las transparencias.
Usando como base una enorme antena de alta tensión, ya existente en Tecnópolis, se realizó una intervención que le agrega elementos y luces para transformarla en un robot gigante, obra titulada "Coloso de energía" de Grupo Doma.
Todo el arte de Tecnópolis se podrá ver en el Parque del Bicentenario, Avenida General Paz y Constituyentes, Villa Martelli, de martes a domingos de 12 a 20, con entrada libre y gratuita.
Fuente: Télam.
Sobre la explanada de ingreso al predio se puede ver "Industria Argentina, de Nushi Muntaabski, una figura transitable enteramente construida con materiales de industria nacional: neumáticos, ladrillos, cerámicas, vidrio, maderas forman una gran imagen que remite a un “naturalismo chúcaro” y estética peronista.
Minimalista en el concepto, detallista y obsesivamente minuciosa es la obra de Pablo Siquier, con la que interviene uno de los muros exteriores del auditorio de Tecnópolis, en el que refleja su preocupación por el espacio que habitamos, por sus vacíos y sus llenos, luces y sombras.
La instalación "La escalera" de Leandro Erlich es un guiño a "Vértigo", la famosa película de Alfred Hitchcock: una escalera que no se puede utilizar verticalmente en la que la gente circula e interactúa con total comodidad, transformando y suavizando la experiencia de lo real en el ámbito cotidiano.
En una de las calles de Tecnópolis, mágicamente, el camino se eleva en el aire con una acrobacia y luego se vuelve corpóreo para seguir con su recorrido. Esta particular escultura propone un encuentro entre arte y realidad, entre ficción y paisajes urbanos, a través del volumen y las tres dimensiones, autoría de Emiliano Miliyo.
"Les archives du coeur" de Christian Boltanski propone a los visitantes grabar sus latidos de corazón y que estos sean archivados y expuestos en Teshima, una isla japonesa deshabitada que forma parte de la Benesse Art Site Naoshima. Este work in progress se expone por primera vez en Argentina luego de haber recorrido Europa.
El ingeniero y artista holandés Theo Jansen creó las “Staandbest” (bestias de la playa), inmensas criaturas robóticas de fisonomía y estructura orgánica, construidas con tubos de plástico flexibles y cinta adhesiva, que se desplazan -movidas por el viento- por el playón de entrada del galpón joven.
En el Pabellón de la Secretaría de Cultura de la Nación, los artistas Delfina Estrada, Manuel de Francesco y Alejandra Fenochio se ocupan a través de su obra del significativo crecimiento de las industrias culturales en los últimos años, las políticas activas para descentralizar el sector y la cadena de valor en la producción cultural.
"Atlas" de Dolores Cáceres es una gran instalación de un gigantesco cielo construido por un conjunto de luces de neón color azul. La presencia de líneas, palabras inexistentes, números, letras y un universo de ideogramas entrelazados entre sí forman un mapa irreal sobre un gran muro.
Una bandera argentina de 23 metros por 11 es la impactante creación del artista Manuel Ameztoy, formada por telas multicolores íntegramente caladas, que cambia con el viento y la luz, e incluye una secuencia lumínica, un pulso de luz cálida, un latido, que irradia desde el centro y juega con las transparencias.
Usando como base una enorme antena de alta tensión, ya existente en Tecnópolis, se realizó una intervención que le agrega elementos y luces para transformarla en un robot gigante, obra titulada "Coloso de energía" de Grupo Doma.
Todo el arte de Tecnópolis se podrá ver en el Parque del Bicentenario, Avenida General Paz y Constituyentes, Villa Martelli, de martes a domingos de 12 a 20, con entrada libre y gratuita.
Fuente: Télam.
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