lunes, 10 de enero de 2011

Para atacar, Clarín recurre al Riachuelo, pide suba de tarifas y se olvida de la educación (Tiempo)



Apenas comenzado 2011, el diario se juega a fondo y trata una vez más de (re)instalar o mantener vigentes varios temas en la agenda pública de cara a las elecciones de octubre: inseguridad, energía y emisión de moneda.
Tal como figura en su editorial “Los costos por la falta de previsión y la improvisación”, de la página 34, el monopolio no sólo describe el problema energético sino que se anima a proponer la solución: la suba de tarifas. “Las dificultades energéticas se deben a que la rentabilidad en la explotación petrolera y gasífera y en la distribución de electricidad no es suficiente como para incentivar las inversiones privadas necesarias para aumentar la oferta. Por otra parte, el Estado no compensó la falta de inversiones privadas con las propias. La principal causa de la insuficiencia de rentabilidad privada es el atraso tarifario eléctrico y en los precios de los combustibles.” Pero también agregó a su suplemento Zona, temas demasiado viejos y forzados, como la limpieza del Riachuelo, o directamente tergiversados, como la educación. “Seguridad, pymes, educación y Riachuelo, las deudas de 2010. Programas fallidos”, editó en la página 38.
Uno de los cuadros lleva el título “2010 Radiografía de un presupuesto dispar”, pero el diario parece haber olvidado que, durante 2010, se produjo una votación en el Congreso donde la oposición estuvo al borde de dejar el funcionamiento del país sin Presupuesto y obligó al gobierno a intentar una prórroga por decreto.
Clarín eligió desempolvar el viejo problema de la limpieza del Riachuelo. “Unos tres millones de vecinos siguen expuestos a la contaminación en la cuenca Riachuelo-Matanza, que atraviesa 11 municipios”, afirma Ricardo Roa en Del Editor al Lector, en la página 3, con el título “Si esto no es progresismo, el progresismo donde está”. Pero para darle mayor vigencia, Roa intenta ligarlo a un tema ecológico más reciente: Botnia. “Una montaña de nuevas denuncias demuestra que se ha hecho menos que poco: el Gobierno, que en Gualeguaychú se había proclamado adalid de la ecología, gastó en 2010 sólo el 40% de los recursos asignados a la limpieza”. Más allá de que en la nota de Zona se mencionan “las protestas del Poder Judicial, que llegó a multar a quien era el secretario de Medio Ambiente, Homero Bibiloni”, jamás se detalla la “montaña de denuncias” que anunció Ricardo Roa en Del Editor al Lector. Y la comparación con Botnia, que por supuesto no aparece en la nota de Zona, parece forzada.
En educación, Roa prefirió ir más lejos. Se apoya en la “encuesta PISA” presentada como “la más prestigiosa a nivel internacional” donde “el relevamiento del año pasado dice que ningún país cayó tanto como la Argentina” en materia de “calidad y distribución de la educación en la sociedad”. Luego se juega y lanza una afirmación que supera 2010: “Nadie recordará estos años por los esfuerzos en capacitar maestros, reformar los diseños curriculares, modificar las regulaciones en las escuelas o incentivar la excelencia. No están en la agenda. Tampoco porque se hayan hecho cosas suficientes para que los chicos se queden en la escuela, aprendan más y se achiquen las brechas de calidad entre los distintos sectores sociales.” En este sentido, Clarín omite y deja de lado la promulgación de la Ley Nacional de Educación 26.206 en 2006, que remplazó a la vieja Ley Federal de Educación de cuño menemista-duhaldista, así como la Ley Provincial de Educación 13.688, de 2007, que terminó con el legado educativo de Eduardo Duhalde en la provincia de Buenos Aires.
Con respecto al tema trenes, el tándem Clarín-La Nación remarcó desidia, inseguridad, falta de inversión y presunta corrupción. “Sospecha de coimas en una compra de trenes a Portugal”, tituló en tapa La Nación, y le dedicó parte de su página 1, y la totalidad de la 10 en la que aparece un minúsculo cuadro donde se lee “Acuerdo en el Sarmiento”, y se hace referencia al final del conflicto entre los trabajadores de TBA y esta empresa por la falta de monedas. Clarín ni siquiera lo menciona, pero en la página 22 titula: “Siguen abandonados y sin reparar los trenes usados que importó Jaime”, con la volanta “La compra a España y Portugal había costado $ 1.600 millones.” Es decir, mientras La Nación subraya presuntas coimas, Clarín enfoca lentitud y desidia, como en un reparto de roles establecido de antemano. En esa misma página, el diario de la viuda de Noble se golpea el pecho: “El Gobierno da marcha atrás y vuelve a poner gendarmes en los ferrocarriles”, con la volanta “Clarín había alertado sobre la situación”, uno de los temas meneados por el medio durante toda la semana, haciendo referencia a la supuesta “frazada corta” del Operativo Centinela y reclamos y advertencias de las empresas ferroviarias.
Ninguno de los dos diarios mencionaron en sus páginas la construcción de la nueva estación de trenes de Mar del Plata, que sí publicó Página/12 con el título “Para volver a ir en tren” en la página 18 con la volanta: “Construyen una nueva estación ferroviaria.” Allí, Página detalla en la bajada “A un año de la inauguración de la nueva Terminal de micros, se construye la estación de trenes. Estará terminada en 2012 y tendrá capacidad para operar treinta servicios diarios.”
Una de las fórmulas de Clarín y La Nación para instalar temas este 2011: vigentes, funcionales al monopolio, reforzados y aumentados. Temas viejos también funcionales, remixados, traídos aunque sea de los pelos, todo vale. Y si los tópicos son favorables al gobierno, aplican el olvido, la omisión y, unas cuantas veces, la deformación y tergiversación de la noticia.








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