Según una nota en Clarín, la Argentina es el caso más patético en América Latina.
La libertad de expresión es avasallada en América Latina, advirtió Clarín una vez más, en esta oportunidad desde una nota firmada por Isaac Lee, director de la revista Poder de Colombia. “Aparte de Venezuela, el caso más patético en este momento es el de Argentina. Por razones claramente políticas, el gobierno de Cristina Kirchner ha desatado una persecución contra el grupo Clarín”, escribió Lee. Y agregó: “Sus directores y periodistas son objeto permanente de agresiones verbales, y al Gobierno no le ha dado vergüenza sacar adelante una nueva ley de medios –a pesar de los amparos judiciales– y cuestionar –hasta llevarla a los estrados judiciales– la propiedad de Papel Prensa, empresa de la que dependen diarios como Clarín y La Nación.”
Más allá de la inconsistencia informativa del artículo (que desconoce que la Ley de Medios fue una de las más debatidas de la democracia, o que Papel Prensa no es, exactamente, una empresa “de la que dependen” Clarín y La Nación), es su visión misma sobre la libertad de prensa lo que podría cuestionarse.
Como contrapunto (aunque no se refiere al mismo tema) vale la pena citar una entrevista en Página/12 al doctor en Filosofía Roberto Follari. “La llamada democracia liberal tiene poco de democrática en tiempos de globalización –explicó–. Es simplemente la fachada gestional de las políticas del gran capital internacional. Al no concentrar poder político y sostenerse en un pluralismo chirle y formalista, simplemente se somete a los poderes dominantes y convierte a la política en esclava de los poderes fácticos.”
Consejo de Medios
Audiovisuales Preservación
Documental y Defensa de la
Audiencia
La libertad de expresión es avasallada en América Latina, advirtió Clarín una vez más, en esta oportunidad desde una nota firmada por Isaac Lee, director de la revista Poder de Colombia. “Aparte de Venezuela, el caso más patético en este momento es el de Argentina. Por razones claramente políticas, el gobierno de Cristina Kirchner ha desatado una persecución contra el grupo Clarín”, escribió Lee. Y agregó: “Sus directores y periodistas son objeto permanente de agresiones verbales, y al Gobierno no le ha dado vergüenza sacar adelante una nueva ley de medios –a pesar de los amparos judiciales– y cuestionar –hasta llevarla a los estrados judiciales– la propiedad de Papel Prensa, empresa de la que dependen diarios como Clarín y La Nación.”
Más allá de la inconsistencia informativa del artículo (que desconoce que la Ley de Medios fue una de las más debatidas de la democracia, o que Papel Prensa no es, exactamente, una empresa “de la que dependen” Clarín y La Nación), es su visión misma sobre la libertad de prensa lo que podría cuestionarse.
Como contrapunto (aunque no se refiere al mismo tema) vale la pena citar una entrevista en Página/12 al doctor en Filosofía Roberto Follari. “La llamada democracia liberal tiene poco de democrática en tiempos de globalización –explicó–. Es simplemente la fachada gestional de las políticas del gran capital internacional. Al no concentrar poder político y sostenerse en un pluralismo chirle y formalista, simplemente se somete a los poderes dominantes y convierte a la política en esclava de los poderes fácticos.”
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