viernes, 18 de febrero de 2011

La Nación y Clarín “se olvidan” de los “fondos buitres” derrotados


El caso del diario de Mitre fue el más alevoso: casi oculta la noticia en un minúsculo cuadro del suplemento de Economía. Usa la estrategia de hundir internacionalmente a la Argentina y evidencia histeria en relación con las importaciones.

En materia de economía, los medios hegemónicos se mantienen coherentes en su política de atacar al gobierno y seguir escondiendo bajo la alfombra las noticias positivas. Y las medidas reclamadas por estos medios al gobierno, si luego se concretan, son criticadas de todas maneras.
En las ediciones de ayer se materializaron dos ejemplos claros de esta metodología. Por un lado, la decisión del juez neoyorquino Thomas Griesa de denegar el pedido de embargo de la empresa estatal Enarsa por parte del fondo buitre NML fue reducida a la mínima expresión por parte del dúo mediático Clarín-La Nación.
El caso del diario de Mitre es el más alevoso: mientras en la página 5 del suplemento de Economía saca una entrevista de media página a James Roberts, presentado como “experto en libertad económica y crecimiento de la fundación Heritage”, ligado al partido republicano estadounidense, con el título “Afirman que la Argentina no merece permanecer en el G-20”, la medida de Griesa ocupa el cuadro más pequeño de la contratapa con el título “Desestiman pedido de embargo de fondos”. La nota ocupa un párrafo de diez líneas, donde en lugar de hacer referencia a “fondo buitre” se menciona “fondo de inversión”. De esta manera, La Nación se ocupa de “maquillar” el rol de los fondos buitre en la economía mundial, y en particular en relación con la Argentina. En la entrevista a Roberts, no se menciona en qué contexto pronuncia la frase: “La Argentina no merece estar en el G-20”, porque no aparece como respuesta. Ante la pregunta del periodista “¿Es posible que la Argentina sea expulsada del G-20”, la respuesta de Roberts es: “No sé, creo que para funcionar con eficacia, el G-20 debería funcionar con menos miembros.” La estrategia de La Nación, y en esto también está en juego la cobertura del incidente diplomático con los EE UU, es instalar que la Argentina está perdiendo posiciones entre los países del mundo y que marcha inevitablemente hacia el aislamiento internacional y al desastre político y económico. La decisión editorial de casi omitir que un fondo buitre, uno de los azotes económicos de la Argentina a partir de la debacle de 2001, fue frenado por un juez neoyorquino que en esta instancia le dio la razón al gobierno nacional, muestra el afán de La Nación por dejar por los suelos la percepción de la economía argentina de parte de la oponión pública local y extranjera. “Vamos mal, pero con este gobierno estaremos peor” parece querer señalar el diario de Mitre.
Clarín también publica una muy breve nota en la página 21, donde titula “Revés judicial para un fondo buitre por la deuda en default”, y en la nota especifica: “Los fondos buitres, que no quisieron entrar al último canje de deuda y siguen intentando cobrar sus bonos en default a través de medidas judiciales, sufrieron un revés en los tribunales estadounidenses.” Página/12 le dedica al tema casi una carilla completa, la número 7, con el título “Los fondos buitres están pasando hambre”, y menciona que “los fondos buitres continúan haciendo su juego, pero esta vez no contaron con la incondicionalidad de su juez favorito”. El Cronista destaca “Fallo a favor de Argentina en reclamo de fondo buitre” en la página 6, mientras BAE titula en tapa, con máxima importancia: “Griesa liberó U$S 1500 millones que habían embargado fondos buitre”.
El otro tema donde los medios monopólicos ponen en juego su histeria discursiva, tiene que ver con las “trabas”, o “restricciones” a las importaciones por parte del gobierno. En ediciones anteriores, el diario de Magnetto salió a despotricar contra el “déficit comercial”, poniendo el foco en el crecimiento de las importaciones. “Por la fuerte suba de las importaciones, cayó 29% el superávit comercial” (25/01/2011). “Por primera vez en 20 años, el país fue importador neto de combustibles” (23/01/2011). “La industria crece y también la dependencia de las importaciones” (28/12/2010), son sólo algunos ejemplos, además de editoriales poniendo el foco en el “déficit” sobre todo en materia industrial. Ayer, el diario de Noble en la página 16 titula “Trabas a importados: temor por la falta de insumos industriales”. ¿Si estuvieron meses marcando el “déficit” comercial, sobre todo con Brasil, ahora denuncian las trabas a importados? La cobertura se completa con el testimonio del dueño de una bicicletería capitalina que opina: “Las restricciones me parecen excesivas.”
La Nación no le va en zaga. En tapa del suplemento Económico titula “Preocupación empresaria por las barreras a la importación”, y en su editorial de la página 16, además de remarcar “inutilidad y daño por la prohibición de importaciones” y advierte, agorero, que “hay y habrá reclamos y réplicas de otros países afectados”. Y de paso, reclama devualuación; “(el gobierno) tendría también que ser consciente de que utiliza el tipo de cambio como ancla antiinflacionaria y por ello está retrasándose y afectando negativamente la competitividad de nuestra producción”. Histeria discursiva en estado puro.





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