Mauricio Macri emitió un decreto de necesidad y urgencia que beneficia directamente a multimedios como Clarín: violando la Constitución porteña, prevé penas de arresto y fuertes multas a quienes bloqueen la salida de medios.
ARTICULO 103.- Estos decretos son decididos en acuerdo general de Ministros, quienes deben refrendarlos. Son remitidos a la Legislatura para su ratificación dentro de los diez días corridos de su dictado, bajo pena de nulidad.
Dos días atrás, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, firmó un decreto de necesidad y urgencia (DNU) para modificar el Código Contravencional porteño: según la nueva norma, se impondrán penas de hasta 10 días de arresto y multas de hasta 50.000 pesos a quienes obstruyeran "el desenvolvimiento de los medios de comunicación o ataque o amenace a sus directivos, periodistas, trabajadores o distribuidores de diarios".
Como se puede apreciar fácilmente, el oportuno decreto de Macri tiene beneficiarios directos y otros que directamente se perjudican: Clarín y La Nación, de un lado, y los trabajadores de esos medios y los vecinos de a pie de la Ciudad, del otro.
Como advierte Perfil.com, "la norma, firmada por todos sus ministros, es una respuesta al bloqueo que protagonizaron los trabajadores de Artes Gráficas Rioplatenses (AGR), que impidió la salida del diario Clarín el pasado 27 de marzo". Lo de "impidió", como se sabe, es relativo, pues luego se probó que, de haberlo querido, el diario pudo haber sido expedido por cualquiera de las numerosas puertas que tiene la planta de la calle Zepita.
Aunque el macrismo logre aprobar el decreto en la Legislatura, para lo cual contaría con la mayoría necesaria, lo cierto es que el DNU de Macri viola la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En el capítulo relacionado con deberes y atribuciones del Ejecutivo, artículo 103, la Constitución indica expresamente que "el Poder Ejecutivo no puede, bajo pena de nulidad, emitir disposiciones de carácter legislativo. Solamente cuando circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios previstos en ésta Constitución para la sanción de las leyes y no se trate de normas que regulen las materias procesal penal, tributaria, electoral o el régimen de los partidos políticos, el Gobernador puede dictar decretos por razones de necesidad y urgencia".
A pesar de ello, Macri se desvive por emitir decretos de necesidad y urgencia que benefician directamente a multimedios como Clarín.
Dos días atrás, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, firmó un decreto de necesidad y urgencia (DNU) para modificar el Código Contravencional porteño: según la nueva norma, se impondrán penas de hasta 10 días de arresto y multas de hasta 50.000 pesos a quienes obstruyeran "el desenvolvimiento de los medios de comunicación o ataque o amenace a sus directivos, periodistas, trabajadores o distribuidores de diarios".
Como se puede apreciar fácilmente, el oportuno decreto de Macri tiene beneficiarios directos y otros que directamente se perjudican: Clarín y La Nación, de un lado, y los trabajadores de esos medios y los vecinos de a pie de la Ciudad, del otro.
Como advierte Perfil.com, "la norma, firmada por todos sus ministros, es una respuesta al bloqueo que protagonizaron los trabajadores de Artes Gráficas Rioplatenses (AGR), que impidió la salida del diario Clarín el pasado 27 de marzo". Lo de "impidió", como se sabe, es relativo, pues luego se probó que, de haberlo querido, el diario pudo haber sido expedido por cualquiera de las numerosas puertas que tiene la planta de la calle Zepita.
Aunque el macrismo logre aprobar el decreto en la Legislatura, para lo cual contaría con la mayoría necesaria, lo cierto es que el DNU de Macri viola la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En el capítulo relacionado con deberes y atribuciones del Ejecutivo, artículo 103, la Constitución indica expresamente que "el Poder Ejecutivo no puede, bajo pena de nulidad, emitir disposiciones de carácter legislativo. Solamente cuando circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios previstos en ésta Constitución para la sanción de las leyes y no se trate de normas que regulen las materias procesal penal, tributaria, electoral o el régimen de los partidos políticos, el Gobernador puede dictar decretos por razones de necesidad y urgencia".
A pesar de ello, Macri se desvive por emitir decretos de necesidad y urgencia que benefician directamente a multimedios como Clarín.
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