Carlos Reymundo Roberts intenta escribir columnas de humor en la sección de opinión. Por supuesto, a través de ellas lanza críticas al Gobierno que muchas veces le salen mal, muy mal. En esta ocasión apuntó al gobierno por el desconcierto opositor.
Para Roberts, el gobierno es el creador de todos los males de éste mundo, incluso de la oposición y sus problemas. Su tono pseudohumorístico le permite disfrazar las opiniones menos fundamentadas de La Nación. El columnista en cuestión elabora un narrador kirchnerista... sin palabras.
Dice Roberts: "Esta semana asistimos a la caída de otros dos postulantes, Eduardo Duhalde y Alberto Rodríguez Saá, del Peronismo Federal. Como de la misma agrupación ya habían desertado Carlos Reutemann y Felipe Solá, están pensando en pasar a llamarla Peronismo Testimonial, un movimiento lleno de candidatos que, en realidad, no se candidatean a nada. De todos ellos, el más atribulado es Duhalde, que no puede creer que, con todos sus años de pícaro mayor de la política, haya caído como un chorlito en las redes que supimos tejerle en la Casa Rosada. Está indignado porque Alberto arregló con nosotros. Lo único que se me ocurre decirle es: "Cabezón, bienvenido al peronismo". En cuanto a los Rodríguez Saá, hicieron bien su trabajo y tendrán una recompensa".
Roberts va con su teoría a fondo: el kirchnerismo metió la cola en la internta del PJ Federal; no importa que el propio Duhalde haya reconocido que con la interna hicieron un "pepelón". El columnista tiene otra versión mucho más marketinera para las páginas del diario, ésto también fue culpa del gobierno.
Su humorada le permite disfrazar barbaridades: sin información arma una nota cada sábado en La Nación.
Continúa Roberts: "Por eso, ojo, señores de la oposición; ojo con intentar dejarnos sin Ricardito. Ojo que es el único que nos queda. Lo vamos a defender a capa y espada. Le vamos a dar espacio en nuestra cadena de medios y les avisaremos a nuestras fuerzas de choque ?la AFIP, D'Elía, la SIDE? que no lo molesten.
Claro que, ante la eventualidad de que también él se arrepienta, persuadido, como diría su padre, de que no tiene posibilidades, ya tenemos un plan B. Vamos a decirle a Moreno que afloje con las importaciones y nos deje traer a candidatos de afuera. Estamos pensando en el peruano Toledo y en el uruguayo Sanguinetti (en 15 minutos les hacemos el nuevo pasaporte), dos tipos que le caen muy bien a la derecha argentina. Capaz que ellos tienen más agallas y se animan".
Todos los sábados un diario como La Nación le permite a Roberts echar por tierra toda la historia de solemnidad del matutino. La derecha ya no es lo que era.
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