La actriz y conductora de Paka Paka, Sol Canesa, estrena Amanda, la casita, su primer unipersonal. Una pequeña historia que nació de frases extraídas de sus diarios íntimos donde invita a lanzarse hacia espacios sin límites
Hay un método para organizar cualquier mudanza. Antes de iniciar el proceso de cargar con todo lo que uno acumuló en su domicilio, conviene primero disponer todo en cajas etiquetadas con “llevar”, “regalar” y “tirar”. En la vida, a veces, es necesario emprender el mismo proceso de selección. Al crear Amanda, la casita, unipersonal que estrena hoy, Sol Canesa descubrió algunas semejanzas con su personaje.
La primera idea fue una mujer que vivía en una casa de muñecas. “Me gustó la idea de jugar con la pequeñez y que a la vez ese espacio quede pequeño, que haya una necesidad de extenderte, de ir más allá”, dice Canesa, que mira el mundo desde su metro cincuenta de altura. “Como soy chiquitita, soy bastante inquieta. No puedo quedarme quieta. Tenía muchos textos que escribí en base a reflexiones de mis diarios íntimos y se los acerqué a Gabriel Páez, director y coautor de la obra.
–¿Le mostraste diarios íntimos? ¡Qué confianza!
–No los diarios. Transcribí algunas cosas que escribí desde mis diez años, rescaté cosas de los 13, de los 15, y de ahora también, porque sigo escribiendo un diario.
–¿No pensaste en armarte un blog?
– (Risas) ¡No se me ocurrió! Aún no me informaticé a ese nivel.
–¿Quién es Amanda?
–Es una mujer de 30 años. Hay un anhelo de amor, si bien no es una historia de amor en ningún sentido, el amor es un leitmotiv, lo que la hace volver en sí, lo que la mantiene. Hay una frase que dice en francés que es de Gustave Flaubert: “El amor es, ante todo, lo que nos hace ser.”
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