El nuevo edificio, finalmente, lleva el nombre Néstor Carlos Kirchner. Estuvieron presente ministros nacionales de primera línea y el vice gobernador bonaerense, Gabriel Mariotto. Antes, inauguraron el Monolito de los Desaparecidos.
La disputa por el nombre del nuevo edificio de Periodismo ya es cosa del pasado. En un clima altamente festivo, con ministros nacionales de primera línea que acompañaron a la decana Florencia Saintout y una militancia estudiantil eufórica, la sede quedó inaugurada con el nombre Presidente Néstor Carlos Kirchner, que impreso en la marquesina de entrada. Antes, se inauguró el monolito a los desaparecidos.
El acto, que se extendió por algo más de una hora y media, estuvo signado por la reivindicación del ex presidente como luchador, impulsor de una “revolución” en materia de educación pública, y el desafío que le sigue, que le agrega un nuevo concepto a la histórica frase reivindicativa: una educación pública, gratuita y “popular”. Además, una crítica rotunda a los medios de comunicación monopólicos “que intentan hacer creer que el modelo se agotó” y que “todos los días titulan con una tragedia para desestabilizar” salió de la boca de los funcionarios.
Antes, con la presencia de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, Rosa Bru, la agrupación H.I.J.O.S., integrantes de la Comisión Provincial por la Memoria, entre otra decena de organizaciones comprometida con la lucha en defensa de la diversidad y los Derechos Humanos, se inauguró la Plazoleta de la Comunicación, con un monolito de los Desaparecidos y desaparecidas de la facultad de Periodismo, incluido Miguel Bru, el estudiante víctima de la Bonaerense: fue desaparecido y asesinado en democracia. Fueron 38 los desaparecidos de esa unidad académica, entre estudiantes y docentes, además de Bru. De marco, flamearon en lo alto del nuevo edificio las banderas de las distintas agrupaciones peronistas, kirchneristas y latinomericanistas.
Gabriel Mariotto, vice gobernador bonaerense; Juan Manuel Abal Medina, jefe de Gabinete nacional; Carlos Zanini, secretario legal y técnico de la Presidencia; y Alberto Sileoni, ministro de Educación nacional, formaron parte de la mesa principal del acto de inauguración, junto al presidente de la Universidad Nacional de La Plata, Fernando Tauber, y la decana, Florencia Saintout.
En una especie de palco en el mismo escenario, el ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Julio Alak; la Abuela de Plaza de Mayo Estela de Carlotto; Andrés “Cuervo” Larroque, máximo dirigente de La Cámpora; José Octavis, vice presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, legisladores provinciales y nacionales, representantes de los docentes y no docentes de la UNLP, entre otros, también fueron de la partida.
FIESTA. “Este es un día de celebración. Celebramos una que ganamos”, sentenció la decana de Periodismo, Florencia Saintout. “Muchas veces, las luchas son para sobrevivir, otras para resistir, otras se pierden y otras se ganan, como ésta”, agregó. “Peleamos este edificio, no como una casita burguesa, sino como un edificio público, por una educación digna, que es un derecho”, dijo, tras repasar el deambular de los estudiantes por distintos espacios de la ciudad, primero como escuela superior y luego como unidad académica.
En otro tramo de su discurso, repasó las consecuencias del neoliberalismo para la educación pública argentina y su recuperación desde 2003: “Con Néstor y Cristina no sólo se le devolvió a la Universidad las condiciones estructurales, mayores presupuestos, la libertad de enseñanza, las condiciones de investigación, sino que se devolvió también la esperanza, la pasión para pensar que una universidad distinta era posible, con un destino latinoamericano, que podía ligarse a un proyecto colectivo y latinoamericanista”, indicó, y la barra aplaudió, consiguiendo una pausa en los cánticos de La Cámpora, que cantó y bailó sin parar por el tiempo de una hora, mientras los locutores a cargo del evento leían las decenas de adhesiones. Saintout concluyó: “Vamos por una universidad popular, que significa ir por más, por más derechos sociales, económicos, culturales, sexuales”.
Por su parte, uno de los más aplaudidos del evento (todos los funcionarios presentes se dirigieron al público), Carlos Zanini, el único que no tenía previsto hablar, dijo: “Decidí venir porque cuando le pusieron el nombre de Néstor Kirchner al edificio hubo pelea, entonces ese va a ser el lugar que lo homenajee, porque él la peleó siempre”.
Antes de descubrir la marquesina con el nombre Néstor Kirchner, el presidente del Centro de Estudiantes, Facundo Ochoa, le entregó a Abal Medina la resolución que fija que el nuevo edificio se llame Néstor Kirchner. “Para que se lo lleve a Cristina”, dijeron.
Algunos de los motivos que fundamentan la propuesta de que el edificio lleve el nombre de Kirchner son el incremento presupuestario a educación; el incremento del 550% en el presupuesto de las Universidades Nacionales; la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología; de nuevas universidades; la inversión en infraestructura; entre otros.
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