Faltan pocos días para que la 14ª edición del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI) tenga bandera de largada y de inicio, una vez más, a la maratón en fílmico que cada año inunda las calles porteñas de cinéfilos con anteojos de marco grueso, periodistas con sus orgullosas credenciales de prensa, estudiantes de cine extasiados ante la diversidad y también, incluso, público en general que accede por una vez en el año a una oferta que la cartelera comercial no tiene ni tendrá nunca.
En vista de que este año el Bafici ofrece la friolera de 449 largometrajes y cortos de la más variada procedencia, tanto en términos de nacionalidad como de género y estilo, INFOnews realizó una selección de títulos que bien vale la pena apuntar para tener una imagen acabada de lo que representa el festival, de lo que significa hablar de cine por afuera del pulpo de la industria.
Bottle Rocket, de Wes Anderson. El nombre más interesante de la independencia consagrada dentro del cine de los Estados Unidos presenta en el festival el que fue su primer trabajo, un cortometraje (de 1994) sobre tres jóvenes que buscan estar al margen de las buenas costumbres. También fue lo primero del hoy consagrado actor y guionista Owen Wilson.
Death Row, de Werner Herzog. Documental hecho para la TV, del gran director alemán, quien entrevistó a presos de una cárcel de máxima seguridad en Texas.
Dromómanos, de Luis Ortega. El director de Monoblock y, sobre todo, de Caja negra, juega en la Competencia Argentina con un relato de marginalidad, calle y saturación de historias oscuras y freaks.
El último Elvis, de Armando Bo. El nieto del hombre que hizo de Isabel Sarli el gran ícono sexual argentino vuelve sobre otro ícono, pero made in USA. La película que abrirá el festival trata sobre un imitador del rey del rock, protagonista de esta historia que hace del humor negro y la mordacidad su estilo excluyente.
Escuela normal, de Celina Murga. Una escuela de Paraná se plantea cómo mejorar el lugar y la forma en la que se educa a los chicos, quienes también participan del debate.
Grandma Lo-fi, Kristín Björk Kristjánsdóttir. La música y una mujer de 70 años que resignifica la idea de independencia y experimentación. Una de las pequeñas y ocultas joyas del Bafici de este año.
Il sorriso del capo, de Marco Bechis. El director argentino (responsable de la gran Garage Olimpo) repasa el fascismo y a su máximo representante: Benito Mussolini.
India, de Armando Bo. El hasta ahora film inédito del gran sexplotator del cine argentino, filmado en 1960 y, por supuesto, con la Coca Sarli como protagonista. Joya para coleccionistas y valijeros indie.
Keyhole, de Guy Maddin. Uno de los directores más interesantes de la actualidad (el mismo de la enorme y alucinógena The Saddest Music in the World) habla aquí de un gangster y su regreso al hogar con el caballo bastante cansado.
Neil Young Journeys, de Jonathan Demme, sobre el legendario músico estadounidense.
Pink Floyd, The Wall, de Aaron McEuen. No, no es la película de Alan Parker, sino que se trata de un cortometraje que revisita la música de la banda británica en torno a imágenes ad hoc, y que forma parte de un programa de trabajos que se exihibirán en el Planetario.
Radiohead: Meeting People is Easy. Trabajo sobre la gran banda de nuestro tiempo, en la que la música, los vuelos espaciales de sus discos y el trabajo obsesivo de sus integrantes son los grandes protagonistas.
Ronda nocturna, de Edgardo Cozarinsky. Una noche que sirve como escenario de una historia de amor, oscuridad, deseo y dolor. Uno de los grandes directores del cine argentino, otra vez presente en el Bafici.
The International Sign for Choking, de Zach Weintraub. Coproducción de nuestro país y los EE.UU, en torno a un guionista que viene hasta nuestro país con la excusa de escribir su próxima película, aunque en realidad lo que busca es reencontrar a un viejo amor.
The substance, de Martin Witz. La historia del LSD (no del LCD, atención), en imágenes y testimonios imperdibles.
Tropicalía, de Marcelo Machado. Otro documental, pero en este caso con la música como protagonista central, y más exactamente la música de este movimiento que cambió los sonidos en Brasil.
Viaje a la luna, de Georgés Meliés. La película fundacional del género de la ciencia ficción, la gran obra del realizador francés que fue homenajeado por Martin Scorsese en Hugo, en versión remozada, coloreada y proyectada nada menos que en el Planetario.
El BAFICI se llevará a cabo entre el 11 y el 22 de este mes, en 29 salas cinematográficas de la ciudad, entre las que se incluyen las del complejo Hoyts Abasto, Teatro General San Martín, Cine Cosmos, Planetario, Teatro 25 de Mayo, Malba y Fundación Proa.
Las entradas ya están en venta a través de bafici.gov.ar, complejo Hoyts y la Casa de la Cultura (Av. de Mayo 575). Entrada general: $15 (jubilados y estudiantes con credencial $13)
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