El Gobierno Nacional también lanzó una convocatoria para la producción de contenidos destinados a la televisión digital pública y comunitaria. La iniciativa pretende estimular los criterios de gratuidad, inclusión y federalización del discurso. Una de las autoridades nacionales detrás de la convocatoria es Osvaldo Nemirovsci, coordinador general del Consejo Asesor del Sistema Argentino de TV Digital.Nemirovsci se expresa con gran convicción sobre la nueva era que impondrá la televisión digital y hace particular hincapié en una nueva concepción sobre los contenidos. “Entendemos que el Estado tiene derecho y responsabilidad de alentar, fomentar e impulsar la producción de contenidos que tengan que ver con un modelo cultural que refleje la riquísima diversidad que hay en el país. En este momento, salvo excepciones, la televisión no lo hace. El 88 por ciento de la producción audiovisual argentina proviene de cuatro productoras de Capital Federal. Entonces, esos contenidos se basan en formas, modismos, lenguajes y filosofías casi siempre ajenos a la gente del interior. Claramente no reproducen un patrimonio común de todos los argentinos”, explica Nemirovsci.
–¿Cómo se implementará la convocatoria para la producción de nuevos contenidos? –Se articularán a través de ocho polos geográficos que coordinarán las propuestas. Nos pusimos de acuerdo con el Consejo Interuniversitario Nacional para potenciar esas estructuras y darles lugar a quienes quieran generar contenidos. Ponemos la estandarización técnica, asistencia, recursos económicos y la vinculación de todos los polos entre sí para intercambiar capacitaciones porque hay que saber hacer televisión digital. En breve designaremos un jurado numeroso –para garantizar la mayor diversidad de miradas– que se encargará de seleccionar las mejores propuestas. El concurso, si bien es organizado por el Consejo de Televisión Digital y sostenido económicamente por el Ministerio de Planificación, lo ha desarrollado el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa). El Instituto tiene experiencia en concursos y ha puesto las categorías. Hubiera sido más fácil e incluso más barato hacerlo con las productoras establecidas. Pero claramente buscamos otra cosa. Elegimos el camino más largo porque era la única forma de garantizarnos un verdadero respeto por la diversidad.–¿Cuándo estarán listos los primeros contenidos?–Pensamos que en un plazo de ocho a diez meses tendremos entre 800 y 1.500 horas terminadas en el Banco Audiovisual de Contenidos Universales para poder distribuir a la demanda de las nuevas frecuencias.–¿Se puede pensar en términos de que viene otra televisión?–No nos interesa desprestigiar a la televisión actual. Nos permitimos –por responsabilidad y derecho– intentar ofrecer un modelo que permita formar un gusto cultural diferente. El que existe hoy se rige por una puja por el rating. Esta pelea empeoró la televisión argentina porque la hizo más desesperada, más obvia. La digitalización encarga la innovación más importante en los últimos 60 años en el área. Sería imperdonable que la utilicemos para replicar por cincuenta el modelo de la TV comercial actual. Hay lugar para todo. Apuntamos a enriquecer los contenidos y las propuestas de una manera democrática, federal y representativa de la enorme diversidad cultural y social de nuestro país
–¿Cómo se implementará la convocatoria para la producción de nuevos contenidos? –Se articularán a través de ocho polos geográficos que coordinarán las propuestas. Nos pusimos de acuerdo con el Consejo Interuniversitario Nacional para potenciar esas estructuras y darles lugar a quienes quieran generar contenidos. Ponemos la estandarización técnica, asistencia, recursos económicos y la vinculación de todos los polos entre sí para intercambiar capacitaciones porque hay que saber hacer televisión digital. En breve designaremos un jurado numeroso –para garantizar la mayor diversidad de miradas– que se encargará de seleccionar las mejores propuestas. El concurso, si bien es organizado por el Consejo de Televisión Digital y sostenido económicamente por el Ministerio de Planificación, lo ha desarrollado el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa). El Instituto tiene experiencia en concursos y ha puesto las categorías. Hubiera sido más fácil e incluso más barato hacerlo con las productoras establecidas. Pero claramente buscamos otra cosa. Elegimos el camino más largo porque era la única forma de garantizarnos un verdadero respeto por la diversidad.–¿Cuándo estarán listos los primeros contenidos?–Pensamos que en un plazo de ocho a diez meses tendremos entre 800 y 1.500 horas terminadas en el Banco Audiovisual de Contenidos Universales para poder distribuir a la demanda de las nuevas frecuencias.–¿Se puede pensar en términos de que viene otra televisión?–No nos interesa desprestigiar a la televisión actual. Nos permitimos –por responsabilidad y derecho– intentar ofrecer un modelo que permita formar un gusto cultural diferente. El que existe hoy se rige por una puja por el rating. Esta pelea empeoró la televisión argentina porque la hizo más desesperada, más obvia. La digitalización encarga la innovación más importante en los últimos 60 años en el área. Sería imperdonable que la utilicemos para replicar por cincuenta el modelo de la TV comercial actual. Hay lugar para todo. Apuntamos a enriquecer los contenidos y las propuestas de una manera democrática, federal y representativa de la enorme diversidad cultural y social de nuestro país
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