La delegación de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que visitó durante los últimos días el país, brindó ayer una conferencia en la que criticó la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y en la que su presidente, Gonzalo Marroquín, afirmó que es “mejor una prensa con excesos que una prensa controlada”.
Además, Marroquín definió la presunta apropiación de hijos de desaparecidos por parte de la familia Noble-Herrera como “cosas de familia”.
Los representantes de la SIP contestaron a la prensa con evasivas respecto del conflicto por Papel Prensa, y subrayaron su rechazo a la “intervención” de los Estados en cuestiones relacionadas con los medios.
Durante la presentación, Marroquín -que representa al diario Siglo XXI de Guatemala- expresó la preocupación de la SIP respecto de la "libertad de prensa en Argentina", pero dijo no estar "informado respecto del caso” del periodista misionero Marcelo Almada, censurado por Cablevisión.
El empresario aventuró que "se trata de una cuestión de líneas editoriales de los medios, que deben tener la posibilidad de poner o quitar columnistas”.
“El daño que un Estado puede hacer a la libertad de expresión no es comparable con el daño que puede hacer un medio de comunicación”, argumentó Marroquín en defensa irrestricta de intereses privados.
Respecto del tema Papel Prensa, los delegados repitieron que “son los tribunales los que tiene que decidir al respecto” y advirtieron: “Cualquier cambio que le permita al gobierno controlar el papel es tremendamente más peligroso”, agregó Marroquín.
Por otra parte, los representantes de la SIP reconocieron como un gesto “muy positivo” la despenalización los delitos de calumnias e injurias, pero manifestaron sus temores respecto de los efectos de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
“Una ley debe analizarse de manera integral. Si el fin es controlar los contenidos de los medios, no nos parece que sea lo correcto. Nosotros estamos en contra de los monopolios, tiene que haber diversidad de medios”, afirmó Marroquín, al tiempo que sostuvo que “el periodismo militante lleva al país y a la sociedad a la confrontación".
Sobre la presunta apropiación de hijos de desaparecidos por parte de la dueña de Clarín afirmó que “hay cosas en las que no se puede opinar, casos que están en tribunales, que son cosas de familia".
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