jueves, 23 de junio de 2011

La licitación de canales de la TV Digital Abierta, ahora entre la minimización y la tergiversación

El Cronista, de De Narváez, presenta la medida como “otro cerco al Grupo Clarín” y afirma que el gobierno busca “mayor influencia en los medios”. La Nación, aunque minimiza, reconoce a la iniciativa como “trascendental”.


El llamado a concurso para la licitación de 220 nuevos canales de TV Digital Abierta, la inauguración de dos nuevas estaciones digitales terrestres (EDT), así como el anuncio del plan Televisión para Todos, quedaron en un segundo plano en la agenda mediática luego de la enunciación de la postulación presidencial. Al publicar la noticia, los medios dominantes y sus aliados oscilaron entre dos caminos discursivos: minimizar la noticia, o bien tergiversar los alcances de las medidas como si fueran tendientes a imponer mayor presencia en los medios por parte del gobierno y no como iniciativas dirigidas a democratizar la palabra, la pluralidad de voces y a mejorar el acceso de la población a herramientas comunicacionales. Como consignó Tiempo Argentino en su editorial de ayer, se impulsó el nacimiento de la columna vertebral tecnológica de la Ley de Medios de la Democracia: las 220 licencias de la TV Digital que se distribuirán entre grupos privados, públicos y sociales, medida que viene a sepultar el viejo paradigma comunicacional desde el cual Clarín y la Argentina patronal y conservadora nos dijeron qué teníamos que pensar y hacer los argentinos durante décadas, y que tanto nos hicieron equivocar en beneficio de los grupos más concentrados.
A pesar de la minimización, La Nación, en página 9, no ignora cuál es el alcance de esta noticia, y señala: “Oculto detrás del lanzamiento de la candidatura de Cristina Kirchner quedó ayer uno de los anuncios más trascendentales de las últimas décadas en materia de radiodifusión: el llamado a concurso para la concesión de 220 nuevas licencias de servicios de comunicación audiovisual en todo el país. El proceso se realizará en 64 concursos, sobre cuya convocatoria no se dieron más datos.”
El Cronista, de Francisco De Narváez, realiza una nota en la página 8, donde pone en juego su tergiversación de la medida: “El anuncio es otro cerco al Grupo Clarín. El Gobierno licita más de 200 canales de TV abierta y busca mayor influencia en los medios. La mitad será para uso comercial y el resto para entidades sin fines de lucro. Grupos afines al Gobierno tendrán varias de las señales. Los dueños de Canal 13 no podrán participar.” La defensa del monopolio aliado es evidente. Y El Cronista, también, disfraza la posibilidad de mayor pluralidad por supuestos favoritismos: “La televisión K tendrá nuevos referentes. Será a partir del año próximo, cuando entren en operaciones las 220 señales de TV abierta que el Gobierno licitará este mes y cuyo proceso se descuenta, tendrá a empresarios cercanos al kirchnerismo interesados.”

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