viernes, 3 de agosto de 2012

Ingeniero argentino encargado de travesía a Marte


Alejandro Miguel San Martín, del Laboratorio de Propulsión de la Nasa, será el encargado guiar, navegar y controlar, la travesía a Marte de un módulo de investigación.

Un módulo de investigación fue enviado a Marte este domingo con el fin de comprobar la existencia de vida -aunque sea microscópica- en ese planeta. Si bien no es la primera misión de este tipo, las características del robot la hacen única y es tan experimental que el temor se encuentra principalmente en la fase de descenso.

El ingeniero argentino Alejandro Miguel San Martín, del Laboratorio de Propulsión de la NASA, será el encargado de la guía, la navegación y el control, tanto en la travesía a Marte como en el aterrizaje. San Martín estudió en el colegio industrial Pío IX de Buenos Aires, para radicarse luego en Estados Unidos en el año 1978. Allí finalizó la carrera de Ingeniería e ingresó a la NASA, en donde participó de diversas exploraciones marcianas.

En este sentido, explicó a la prensa que el descenso se considera “de terror” porque “son siete minutos en los que todo tiene que salir bien y estar automatizado. Además, el viaje de acá a Marte no se puede dar por garantizado: el mes pasado los rusos mandaron una misión espacial muy ambiciosa y ni siquiera salió de la órbita terrestre. Uno no puede descuidarse en ninguna fase”, aclaró el ingeniero.

La complicación recae en que es la primera vez que la NASA envía un objeto tan grande: pesa casi una tonelada y es del tamaño de un auto pequeño. Esto obligó a los científicos a inventar un sistema de descenso nunca probado anteriormente. En proyectos previos, los robots de 170 kilos usaban bolsas de aire y paracaídas que se abrían con un radar. Sin embargo, debido a la gran envergadura del Curiosity, esta vez implementarán un método de aterrizaje controlado, del tipo que usaron los primeros astronautas al pisar la Luna, que se posa suavemente. Llevará cohetes en la parte superior y, cuando esté a veinte metros de la superficie, bajará el rover con una soga, como si fuera una grúa. Esto permitirá que directamente se apoye en sus ruedas y comience con sus tareas de inmediato.

El Curiosity llegaría el próximo 6 de agosto a su meta y, de pasar con éxito los “siete minutos” que aterran a los investigadores, recopilará una vasta cantidad de material e información que servirá para comprobar finalmente si existe o existió vida en otro lugar que no sea la Tierra. La colonización, por ahora, no es tema de esta misión.

Fuente: Tomá mate y avivate.

No hay comentarios:

Publicar un comentario